Yee, Yee!

Vivimos momentos difíciles y como dice la canción : “No te quieres enterar…”. Se habla mucho de números, de medidas, de reglamentaciones, y hasta de cambios de sistema.

En efecto, existe una gran carencia de liquidez, de pasta vamos, y parece en la solución a dicho problema esté la panacea. Resulta obvio discurso para un economista, pero perdemos la vista para qué sirve un economista. Esto viene a colación con parecida pregunta que nos planteábamos hace años en la época estudiantil, a saber, para qué sirve la literatura, para qué sirve la filosofía, en fin , para que sirve estudiar Letras.

Sí, de acuerdo, también las letras aportan a la sociedad individuos de difícil encaje en la bonhomía. Si no hay nada más agorero que un economista, las letras aportan a la comunidad la que posiblemente sea la subespecie más tóxica, el abogado.

Así las cosas, tenemos un país dominado hoy por esas dos subespecies y sus discursos. Lo dice la ley , lo dicen los números, parece ser la cantinela más repetida a modo de argumento finalista. Bueno, si tan enfermo está, desconectemos al paciente y que palme.

Pero no. Si situamos a esas dos subespecies o mejor dicho, sus discursos, en su sitio, que es cualquier sitio menos al frente de un país, hay solución. La clase política, todavía el eslabón perdido, debe evolucionar, conseguir llegar a subespecie y empezar a hacer Política. Hoy nos parece ridículo que los antiguos gobernantes basaran sus actuaciones en la opinión de un tipo que despanzurraba pajarracos para Ver cual era el camino a seguir. Con la misma incredulidad verán en el futuro una época en la que los designios de la comunidad fueran marcados por abogados y economistas.

Primum vivere deinde philosophare, indiscutible axioma, aun así, hoy tenemos las respuestas a aquellas preguntas de cuando íbamos en pantalón corto. Un poquito de filosofía y aprovecharnos de la mejor escuela de la vida, la historia. Con estas prioridades se facilitará la creatividad, y aparecerán las ideas. Solo allí, encontraremos la solución. O es que , "no te quieres enterar…"