El descubrimiento de la fotografía

Me asaltan recuerdos de la época casadera. Todos a lo largo de nuestro ciclo vital tenemos épocas en función de nuestra quinta. La primera suele ser la de las bodas. Llega un momento en el que todo tu entorno le da por casarse y tarde o temprano toda la cuadrilla pasa por el altar o ayuntamiento, al igual que luego llegan los bautizos, comuniones y demás, siempre en espacios acotados por el tiempo. De manera que es difícil sustraerse de la moda/presión del entorno, y hasta el colega mahometano quiere vestir a su niña de princesa y llevarla a la catedral.


Ahora llega la época del juguetito tecnológico del momento, los dispositivos móviles de comunicación, “esmarfon” para los amigos, e “ifon” para los que suelen vestir camisas con mas pegotes que un piloto de carreras.

Los recuerdos que vuelven no hacen referencia al maravilloso ágape nupcial ni siquiera a la noche de la despedida de soltero/a, que va, supone el duro trago que pasamos en la postboda. Pasados unos días y a la vuelta de su viaje, es cuando la pareja recién casada te proponía la fantástica idea de “¿queréis ver las fotos?”.

De tal forma que hoy el mundo parece dividido entre los que andan todo el día mirando una pantallita como si fuera una brújula marcando el rumbo, y el resto. El handicap para los que somos el resto está en tener que aguantar una y otra vez esa fase postboda que creíamos , por nuestra edad , ya superada. ¿Cuánto tarda el nuevo propietario del juguetito en mostrarte las fotos como si acabara de descubrir el invento de la fotografía?, en fin, de boda in aetérnum, y a seguir sonriendo, uy que fotos más monas.

El arte de la Política

Aquí andamos a la greña mientras los demás despegan, y no se sabe si la bulla está en no despegar, o no despegamos por la bulla. Contaba aquel las maravillas de su burro antes de venderlo. Al día siguiente, ante las protestas del comprador por la cojera del burro, le recomendaba no fuesen en exceso altisonantes sus comentarios sobre el burro, si  es que a su vez, lo pretendía vender.

Suponemos que los prohombres que nos gobiernan son tal, mientras nos encontramos quien a todo volumen convoca referendum para elegir entre Toros o Trabajo, que con la que esta cayendo es como globalizar que el burro no solo esta cojo sino además tuerto.

Esta claro que con el engaño no se puede ir más alla de una buena prosa heredera de la picaresca, pero cristalino resulta, que la algarabía contínua no lleva a nada bueno máxime cuando son muchos los ojos y los oidos que observan.

Desde dentro, el adversario busca los puntos de flaqueza por donde atacar pero, ay…cuando hasta son los tuyos los que alborotan.

La casta política gusta de medidas populares, son su crédito para su sillón, que por mor de su posesión creen será posible la usucapio romana y convertirlo en propiedad. Algunos apellidos parecen haberse heredado en alguna de las cámaras al más puro estilo república bananera.

Por suerte, todavía hay quien esta dispuesto a perder unas elecciones por ayudar a su país. Quien se atreve a tomar medidas tremendamente impopulares, quien mantiene la calma ante las dentelladas de sus propios partidarios, quien a pesar de todo, entiende que su principal objetivo debe ser una buena gestión, y que seguir el rumbo implica aceptar las declinaciones para reconocer el buen Norte.

Decía Cánovas del Castillo acerca de la Política, que es “el arte de aplicar aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible”. Pues eso, que la bulla de paso a la Politica y pongámonos a hacer Arte.

La Generación del 98 llegó tarde.

Hace unos días he tenido la oportunidad de escuchar en directo a uno de los cocineros encargado de prepararnos el menú para recuperar la línea. L’Andreu Mas-Colell, Primer Cheff de la cocina de la Generalitat de Catalunya.


De sus palabras se adivina un hombre inteligente, sobradamente preparado, algo parece ser, reservado a pipiolos. Con un verbo espeso y renqueante, camufla la inmensa actividad cerebral que parece entorpecer su habla, aunque al igual que otro grande de la Tierra, Ferran Adría, lo interesante está en lo que dice y hace mas que en el Cómo lo hace.

Sus recetas, insisten en dos principios canónicos, a saber, “tomar plena conciencia que estamos en mismo barco” en referencia a la relación España-Cataluña “y a partir de aquí, la Generalitat exige un trato de corresponsabilidad, siendo la vía disciplinaria inadecuada”. Esto es, todos en el mismo barco pero algunos en los camarotes de primera, porque claro como decía aquel otro slogan, Catalonia is different.

Y ese es el gran problema, estar en el mismo barco significaría estar en una trainera, todos a los remos. Si pensamos en el Titanic, con sus camarotes de primera y sus ratoneras bajo superficie… ya sabemos como acabó.

No tendría mayor importancia si fuese opinión de algún radical indocumentado, pero claro, no es el caso. Se trata de un individuo, inteligente, preparado y lo más importante, viajado, que es la mejor medicina para enfermedades endémicas de la Tribu.

La pelota de nuevo en el gobierno de España. País que todavía no se ha dado cuenta de la proximidad real del 2014 y todo lo que conlleva. No sólo por los Maulets, que hoy lo son todos los que respiran en Cataluña desde hace menos de 25 años, salvo excepción. Además se unirán, por agotamiento, o por convencimiento, muchos a los que España les corre por las venas, hartos de resistir el tsunami nacionalista sin que España haga nada por socorrerles.