Si se tiene que hacer se hace

Si se tiene que hacer se hace, solía decir mi Padrí. Porque tuve la suerte de disfrutar de la figura del paterfamilias. En este caso el cargo, la condición, la herencia que nos deja el derecho romano, recayó sobre la tenacidad de mi abuelo.

Era de espíritu ampliamente liberal, se crió en la libertaria Francia de la época, con una única pasión, su Catalunya y su Barça. Nótese que señalo literal, su, porque si algo caracteriza nuestro sentido catalán es la sensación de apropiarnos de algo común. “Hemos ganado!”, señala un culé, cuando no se ha levantado del sofá agarrado al mando a distancia. En qué habrá colaborado el hombre en cuestión en dicho triunfo, me pregunto todavía hoy cada vez que lo oigo.

Es más que probable que ante el clima de rechazo sobre todo el pasado, nuestra historia, la experiencia, no se quiera escuchar recetas que se tachan como conservadoras. Todos los gurús están de acuerdo en, básicamente, dos cosas: nadie tiene ni puta idea de cómo salir de este lío, y dos, lo que está claro es que se debe iniciar ,no solo un nuevo ciclo, sino una nueva manera de ver la economía. Somos víctimas de unos economistas agoreros, aprendices de tecnócratas. La opinión pública está en sus manos. Desconfianza. El peor de los posibles resultados.

Por otra parte tenemos a un maestro de la comunicación no verbal que ha sido arrasado por su aplastante éxito. Podría estar dándote patadas en los huevos mientras , sujetándote por los hombros, su mirada te empapa de azul y su sonrisa consigue , que te parezca que todo vale la pena. Los huevos ya ni los notas.

Pero claro, en frente tenemos una oposición donde parece haberse instaurado el stalinismo de la silla. Mariano Rajoi es un buen hombre pero no un líder. Un gran político, con vocación y aptitudes para el servicio público. Un monstruo político si se quiere, pero con la que está cayendo, y ante la total y absoluta inoperancia del gobierno, debería haber sacado a su contrario por la cocina.

Mientras nuestros partidos gobernantes se deciden a colocar a sus mejores hombres, que los hay en ambos partidos quede claro, en los puestos que les corresponden, deberemos salir nosotros, la sociedad civil.
Cada uno desde su sitio, no solo podrá, sino que deberá aportar su granito de arena. La receta es simple. Fue ayer, al encontrarme con Don Antonio, más de ochenta años de experiencia, paseando en bicicleta, que me acordé de lo que decía mi Padrí: si se tiene que hacer se hace. Lo mismo para el empresario que para el trabajador. Principio de economía, y partir de ahí, se redoblan esfuerzos, riesgos, porque no?. La pyme, la gran empresa, el autónomo, el trabajador, si hasta el lendakari ha dicho que, claro que se va a arriesgar. Yo, también me arriesgo.

Premio de ABC Taller de editores

Ya sabes, que no soy amigo del absurdo consumismo que conllevan las celebraciones. Santos, cumpleaños, el día de la madre… No necesito que otros decidan por mi, el cuándo y el cómo debo hacer un homenaje. Mucho menos, a mi madre.

Esta pluma, representa en cierta medida un premio literario. Y me parece un útil homenaje a mi madre, verdadera merecedora del premio, causante de mi afición a la literatura y atenta maestra sin la cual jamás hubiera podido merecer tal distinción.

Así pues, felicitemos a la vieja profesora de lengua y literatura española.
Gracias mamá.