Deseo para Año Nuevo

Desde luego que mi primer deseo para este dos mil nueve que ya ha salido de cuentas, sería, es, una mejora en la comunicación. No me refiero a ningún corporativismo egoista, ni actividad sindical alguna, con la mirada puesta en asegurarme las garrofas, en un año que muchos prometen canino.

Sí, es cierto que puede entenderse como deseo amplio. Como amplio deseo es el de la felicidad. En verdad es abstracto como ésta, pero como me recordó mi hermano de leche, yo este año bebo Licor 43, así que en honor y recuerdo a su psicodélico anuncio, “Guerra a la vulgaridad”.

¿La salud? Muy bien gracias. Y que no falte que buena falta hará, a mi y sobretodo al pais, que promete unas cifras de absentismo laboral de aquel de, por obligación. Pero debo honrar aquí a otro amigo. Hace apenas unos días recibía su llamada desde el coche. Estaba saliendo ya del hospital y lo primero que hacia era comunicármelo. Mi alegría con la buena nueva,se vió empujada hacia la felicidad.

De acuerdo que no se trata de publicar a los cuatro vientos o en la hoja parroquial todos nuestros movimientos y pensamientos. Pero sin duda , ese acto de Comunicación es menos común de lo deseable en nuestra sociedad, donde parece que confundamos los actos de comunicación con la sección de sucesos.

Le pido a dos mil nueve que mejore la comunicación en las empresas para que sus trabajadores sepan a que atenerse y puedan prepararse para lo que convenga, que ya somos mayorcitos. Y para los que no trabajan y esperan respuesta de ellas, no estén semanas esperando, esa respuesta. Y puedan hacer como los anteriores.

Del estado , como buen liberal , no espero nada. Además, estos gobernantes que nos desgobiernan con sus medias verdades, han convertido a los españoles (salvo sus acólitos) en liberales, porque nada se puede esperar.

Que La Caixa se coma alguna que otra letra en un anuncio, es una licencia que se pueden y deben dar los creativos publicitarios como enfant terrible de la comunicación que deberían ser por definición. Pero es que también lo hemos visto en algunos titulares de prensa en medios generalistas. Posiblemente en un intento de pasar por cercanos a la realidad de los tiempos en que vivimos, aunque en verdad se alejen cada día más de la realidad del periodismo.

Le pido a dos mil nueve que mejore la comunicación porque cuando una Señora como mi madre, con sesenta y muchos me envía un mensaje no hay dios que lo entienda. La merienda no es de negros, sino de vocales, consonantes e incluso silabas enteras. Mi señora madre que es una santa, como la de usté, tiene su cabeza amueblada con tres carreras, siendo la última la que ejerce como titular de plaza en Instituto de enseñanza.
Lengua y literatura española. Tócate los cojones.

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